jueves, abril 17, 2008

ENSEMBLE NIPPONIA
(1976) - Traditional Japanese Vocal & Instrumental Music
Japón

Género: World Music



01.: Kumoi Jishi
02.: Ozatsuma
03.: Ogi no Mato
04.: Edo Komoriuta
05.: Godan Ginuta
06.: Esashi Oiwake
07.: Mushi no Aikata
08.: Azuma Jishi

Kohachiro Miyata: shakuhachi
Sachiko Miyamoto: koto
Keiko Nosaka: koto
Ayako Handa: Biwa, voces
Hirokazu Sugiura: shamisen
Minoru Miki: campanas

El Ensemble Nipponia es una agrupación formada en 1964 y está dedicada a la difusión de la música ancestral japonesa ejecutada con instrumentos tradicionales. Han estado de gira por todo el mundo. Todavía es hoy en día, uno de los más reconocidos y respetados grupos de la música de cámara tradicional japonesa.

Entre sus miembros, el más conocido es el
músico Kohachiro Miyata, que es considerado uno de los mejores ejecutantes del shakuhachi.

Este CD fué grabado en 1976, y es un registro de piezas clásicas para el shakuhachi y el shamisen. A pesar del tiempo transcurrido, este registro sigue siendo aún hoy en día, uno de los clásicos de la música japonesa.

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BOOKER T. T & THE MG's
(1962) - Green Onions
U.S.A.
Género: Blues, Soul



01.: Green Onions
02.: Rinky Dink
03.: Got A Woman
04.: Mo' Onions
05.: Twist And Shout
06.: Behave Yourself
07.: Stranger On The Shore
08.: Lonely Avenue
09.: One Who Really Loves You
10.: You Can't Sit Down
11.: A Woman, A Lover, A Friend
12.: Comin' Home Baby

Booker T. Jones: órgano hammond
Steve Cropper: guitarra
Donald "Duck" Dunn: bajo
Al Jackson, Jr.: batería

Dice la leyenda que una pareja de imberbes (Booker T. Jones, negro de diecisiete años, y Steve Cropper, rostropálido de veinte) pasaban las horas muertas entre sesión y sesión, ya como músicos de acompañamiento asalariados, en Stax, jugeteando con improvisaciones. En una de éstas surgió algo que hizo aguzar el oído a un tipo con jerarquía en la casa. Era el embrión de "Green Onions", el single que aquel avispado directivo propuso grabar inmediatamente y que, en cuestión de unas cuantos días, arrasó de costa a costa, en las emisoras de radio, en las listas de ventas de r&b y en las de pop.

Eran dueños de un sonido limpísimo, mezcla de insolencia e inocencia, que tal vez pueda identificarse, como ningún otro, con el período sociopolítico JFK. Si algo sobraba en Stax eran reflejos, así que había que poner cuanto antes el nuevo diamante en el escaparate, en formato de larga duración. Si los muchachos andaban cortos de repertorio, no había problema. El álbum podía completarse con versiones instrumentales de exitazos vocales del pasado más inmediato que, escuchados en forma de delicatessen de soul de Memphis, no acusaban en modo alguno la falta de vocalista.

Booker T. convertía súbitamente un instrumento "menor", hasta entonces asociado casi siempre al gospel dentro de la música negra, en el motor melódico de esta banda y, por extensión, de buena parte del sonido made in Stax de la década. Su banda se convirtió, más adelante, en el respaldo imprescindible para sacar todo el jugo a Otis Redding, Wilson Pickett o Carla Thomas.

Fuente:
Paisajes Eléctricos Magazine

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